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miércoles, 15 de abril de 2009
FORMACIÓN POR PROYECTOS
Invitamos a nuetros lectores visitar la página del facebook, para ver todo el documento de la FORMACIÓN POR PROYECTOS BASADOS EN COMPETENCIAS LABORALES.
Equipo: ticgranjeando.
Algunos apartes.
EL MÉTODO DE PROYECTOS EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL
INTRODUCCIÓN
Las formas de organización del trabajo actual requieren métodos de enseñanza aprendizaje que estén en concordancia con los procesos de cambio que se están produciendo en los ámbitos cultural, económico, laboral y tecnológico. En un momento en el que los ciclos de innovación son cada vez más breves, las instituciones formativas se ven obligadas a una mejor versatilidad y flexibilidad para adaptarse a las nuevas estructuras que se están desarrollando en el mundo del trabajo.
La internacionalización, la glovalización de los mercados y el factor competitividad obligan a las empresas ha ser cada vez más flexibles para adecuar los productos a las nuevas tecnologías, procesos productivos, servicios y demanda de calificaciones. El modelo taylorista, ya sea por razones de competitividad, sociales, culturales; tiende rápidamente a ser remplazado por modelos “socio-productivos”. Cada vez surgen más grupos de trabajo, islas de producción, círculos de producción en los que las tradicionales estructuras de trabajo taylorista han sido disueltas. Se dice que el aprendizaje “just in time” (justa a tiempo) es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las ofertas formativas existentes y sus correspondientes métodos de aprendizaje.
La necesidad de adecuación de los nuevos tiempos de cambio en los mercados, en la organización del trabajo, tecnológicos y en los valores de la sociedad demandan una formación polivalente, multifuncional y flexible. Todos esos procesos de cambio hacen necesario que la actual división entre teoría y práctica, planificación y realización, pensar y actuar, se sustituya por una formación de carácter más global e integral. Pero también es cierto que muy pocas veces la exigencia de competencias interdisciplinarias, sociales orientadas a la acción está acorde con la selección de métodos de enseñanza aprendizaje utilizados en La transmisión de conocimientos.
De hecho uno de los nuevos objetivos fundamentales de la formación profesional, no es solo poder dar una respuesta adecuada a estas necesidades sino, que es uno de los grandes retos de la formación profesional frente a los procesos de cambio, transmitir una mayor flexibilidad que permita a los individuos la posibilidad de un aprendizaje interactivo, auto-dirigido, de una capacidad permanente de evolución y de readaptación profesional. El aprendizaje no solo debe servir como instrumento para adquirir una titulación o certificación profesional, sino para estar al día de las exigencias de la formación profesional para poder realizar cambios en la profesión y así resolver con éxito los problemas propios de los cambios del mundo laboral profesional.
La tarea de los formadores ya no puede reducirse en conseguir que los alumnos aprendan los núcleos teóricos de determinadas áreas de conocimiento. Es preciso, además que ayuden a sus alumnos a pensar por sí mismos, a seleccionar la información, a hacer planes de trabajo y a coordinar recursos.
Pero todo ello no puede llevarse a la práctica con los métodos de enseñanza tradicionales basados en la exposición del docente y en el Aprendizaje de un texto.
Dentro de este marco referencial y antes de exponer las características y las diferentes fases del método de proyectos, es necesario establecer de forma precisa la relación del método de proyectos con el currículo y la formación basada en competencias laborales.
El método de proyectos no lo podemos caracterizar como un simple método de enseñanza aprendizaje, ya que su ámbito de acción va más allá de lo puramente contemplado en el currículo, en este sentido podemos decir que el método de proyectos amplía el carácter interdisciplinario del currículo.
Lo procesos formativos basados en la realización de proyectos renuncian a una estructuración de los contenidos por materia claramente definidos entre sí y a favor de una orientación basada en la complejidad de la realidad de la vida misma y del mundo laboral.
La sistemática por asignatura o materia se sustituye por una lógica orientada hacia la resolución de tareas interdisciplinarias mediante el método de proyectos. A nivel curricular y tomando como ejemplo el modelo del SENATI se pasa de un currículo organizado por áreas y materias interdependientes a un currículo integrado por proyectos de enseñanza aprendizaje. Las implicaciones de la opción a favor de este nuevo modelo curricular hacen absolutamente necesario incorporar a los procesos formativos en que participen los formadores, una reflexión sobre consecuencias más inmediatas del nuevo marco curricular, como por ejemplo:
-La posibilidad de introducir en el currículo global nuevas opciones de contenido y de proceso metodológico.
-La posibilidad de flexibilizar el tratamiento de distintas áreas de conocimiento para llevar a cabo adaptaciones curriculares que puedan diversificarse hasta la individualización en casos de especiales dificultades en el aprendizaje.
-La posibilidad de una flexibilización del contexto organizativo del Centro, si el proyecto afecta a la distribución de espacios, tiempos o al tipo de organización del alumnado.
-La posibilidad de elaboración de proyectos del Centro, previo análisis de los requisitos pedagógicos, sociológicos y psicológicos necesarios para conseguir una adecuación de dichos proyectos a la necesidad concreta de los alumnos y su entorno.
VINCULACIÓN DEL MÉTODO DE PROYECTOS CON LA FORMACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS
Un currículo congruente en el momento actual debiera basarse en el desarrollo de competencias, en habilidades personales y sociales, en la promoción de las autonomías.
Antiguamente las competencias profesionales se solían equiparar con frecuencia a una cualificación puramente técnica y estrechamente vinculada a un área o materia específica. Sin embargo esta conceptualización de las competencias profesionales es en la actualidad es claramente insuficiente. La competencia de acción profesional implica hoy, junto a un mayor grado de conocimientos, el desarrollo de una competencia metodológica, social e individual. Y es precisamente en este contexto marcado por la transmisión de competencias interdisciplinarias, en donde el método de proyectos ha ido ganando cada vez más en relevancia, no solo en el cambio de la formación en las empresas, sino también en las mismas escuelas o Centros de formación profesional.
El aprendizaje mediante el método de proyectos fomenta una actuación creativa y orientada a los objetivos en el sentido en que transmiten, además, de las competencias técnicas sobre todo las competencias interdisciplinarias a partir de las experiencias de los propios alumnos. Un modelo de formación basado en el desarrollo de competencia supone potenciar la figura del alumno como agente de su formación, desarrollo y perfeccionamiento, estimular su capacidad de autonomía profesional en el marco del trabajo en equipo y las iniciativas personales que le capaciten para dar respuesta original y precisa a las situaciones, forzosamente heterogéneas, de su aprendizaje profesional.
La clave de la eficacia y aceptación del método de proyectos radica en su adecuación, a lo que podíamos denominar “características necesarias para el desarrollo de competencias”.
-Carácter interdisciplinario
-Aprendizaje orientado a proyectos
-Forma de aprendizaje auto-dirigido
-Aprendizaje por equipos.
-Aprendizaje asistido por medios
Como se puede comprobar EL MÉTODO DE FORMACIÓN POR PROYECTOS a diferencia de los métodos de aprendizaje tradicional, como el método de los cuatro pasos, método expositivo, lección magistral, etc. Reúne todo los requisitos necesarios como instrumento didáctico para el desarrollo de competencias.
El método de proyectos permite desarrollar el ”modelo ideal” de una acción completa a través de las seis fases del proyecto.
-Informar
-Planificar
-Decidir
-Realizar
-Controlar
-Valorar
Equipo: ticgranjeando.
Algunos apartes.
EL MÉTODO DE PROYECTOS EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL
INTRODUCCIÓN
Las formas de organización del trabajo actual requieren métodos de enseñanza aprendizaje que estén en concordancia con los procesos de cambio que se están produciendo en los ámbitos cultural, económico, laboral y tecnológico. En un momento en el que los ciclos de innovación son cada vez más breves, las instituciones formativas se ven obligadas a una mejor versatilidad y flexibilidad para adaptarse a las nuevas estructuras que se están desarrollando en el mundo del trabajo.
La internacionalización, la glovalización de los mercados y el factor competitividad obligan a las empresas ha ser cada vez más flexibles para adecuar los productos a las nuevas tecnologías, procesos productivos, servicios y demanda de calificaciones. El modelo taylorista, ya sea por razones de competitividad, sociales, culturales; tiende rápidamente a ser remplazado por modelos “socio-productivos”. Cada vez surgen más grupos de trabajo, islas de producción, círculos de producción en los que las tradicionales estructuras de trabajo taylorista han sido disueltas. Se dice que el aprendizaje “just in time” (justa a tiempo) es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las ofertas formativas existentes y sus correspondientes métodos de aprendizaje.
La necesidad de adecuación de los nuevos tiempos de cambio en los mercados, en la organización del trabajo, tecnológicos y en los valores de la sociedad demandan una formación polivalente, multifuncional y flexible. Todos esos procesos de cambio hacen necesario que la actual división entre teoría y práctica, planificación y realización, pensar y actuar, se sustituya por una formación de carácter más global e integral. Pero también es cierto que muy pocas veces la exigencia de competencias interdisciplinarias, sociales orientadas a la acción está acorde con la selección de métodos de enseñanza aprendizaje utilizados en La transmisión de conocimientos.
De hecho uno de los nuevos objetivos fundamentales de la formación profesional, no es solo poder dar una respuesta adecuada a estas necesidades sino, que es uno de los grandes retos de la formación profesional frente a los procesos de cambio, transmitir una mayor flexibilidad que permita a los individuos la posibilidad de un aprendizaje interactivo, auto-dirigido, de una capacidad permanente de evolución y de readaptación profesional. El aprendizaje no solo debe servir como instrumento para adquirir una titulación o certificación profesional, sino para estar al día de las exigencias de la formación profesional para poder realizar cambios en la profesión y así resolver con éxito los problemas propios de los cambios del mundo laboral profesional.
La tarea de los formadores ya no puede reducirse en conseguir que los alumnos aprendan los núcleos teóricos de determinadas áreas de conocimiento. Es preciso, además que ayuden a sus alumnos a pensar por sí mismos, a seleccionar la información, a hacer planes de trabajo y a coordinar recursos.
Pero todo ello no puede llevarse a la práctica con los métodos de enseñanza tradicionales basados en la exposición del docente y en el Aprendizaje de un texto.
Dentro de este marco referencial y antes de exponer las características y las diferentes fases del método de proyectos, es necesario establecer de forma precisa la relación del método de proyectos con el currículo y la formación basada en competencias laborales.
El método de proyectos no lo podemos caracterizar como un simple método de enseñanza aprendizaje, ya que su ámbito de acción va más allá de lo puramente contemplado en el currículo, en este sentido podemos decir que el método de proyectos amplía el carácter interdisciplinario del currículo.
Lo procesos formativos basados en la realización de proyectos renuncian a una estructuración de los contenidos por materia claramente definidos entre sí y a favor de una orientación basada en la complejidad de la realidad de la vida misma y del mundo laboral.
La sistemática por asignatura o materia se sustituye por una lógica orientada hacia la resolución de tareas interdisciplinarias mediante el método de proyectos. A nivel curricular y tomando como ejemplo el modelo del SENATI se pasa de un currículo organizado por áreas y materias interdependientes a un currículo integrado por proyectos de enseñanza aprendizaje. Las implicaciones de la opción a favor de este nuevo modelo curricular hacen absolutamente necesario incorporar a los procesos formativos en que participen los formadores, una reflexión sobre consecuencias más inmediatas del nuevo marco curricular, como por ejemplo:
-La posibilidad de introducir en el currículo global nuevas opciones de contenido y de proceso metodológico.
-La posibilidad de flexibilizar el tratamiento de distintas áreas de conocimiento para llevar a cabo adaptaciones curriculares que puedan diversificarse hasta la individualización en casos de especiales dificultades en el aprendizaje.
-La posibilidad de una flexibilización del contexto organizativo del Centro, si el proyecto afecta a la distribución de espacios, tiempos o al tipo de organización del alumnado.
-La posibilidad de elaboración de proyectos del Centro, previo análisis de los requisitos pedagógicos, sociológicos y psicológicos necesarios para conseguir una adecuación de dichos proyectos a la necesidad concreta de los alumnos y su entorno.
VINCULACIÓN DEL MÉTODO DE PROYECTOS CON LA FORMACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS
Un currículo congruente en el momento actual debiera basarse en el desarrollo de competencias, en habilidades personales y sociales, en la promoción de las autonomías.
Antiguamente las competencias profesionales se solían equiparar con frecuencia a una cualificación puramente técnica y estrechamente vinculada a un área o materia específica. Sin embargo esta conceptualización de las competencias profesionales es en la actualidad es claramente insuficiente. La competencia de acción profesional implica hoy, junto a un mayor grado de conocimientos, el desarrollo de una competencia metodológica, social e individual. Y es precisamente en este contexto marcado por la transmisión de competencias interdisciplinarias, en donde el método de proyectos ha ido ganando cada vez más en relevancia, no solo en el cambio de la formación en las empresas, sino también en las mismas escuelas o Centros de formación profesional.
El aprendizaje mediante el método de proyectos fomenta una actuación creativa y orientada a los objetivos en el sentido en que transmiten, además, de las competencias técnicas sobre todo las competencias interdisciplinarias a partir de las experiencias de los propios alumnos. Un modelo de formación basado en el desarrollo de competencia supone potenciar la figura del alumno como agente de su formación, desarrollo y perfeccionamiento, estimular su capacidad de autonomía profesional en el marco del trabajo en equipo y las iniciativas personales que le capaciten para dar respuesta original y precisa a las situaciones, forzosamente heterogéneas, de su aprendizaje profesional.
La clave de la eficacia y aceptación del método de proyectos radica en su adecuación, a lo que podíamos denominar “características necesarias para el desarrollo de competencias”.
-Carácter interdisciplinario
-Aprendizaje orientado a proyectos
-Forma de aprendizaje auto-dirigido
-Aprendizaje por equipos.
-Aprendizaje asistido por medios
Como se puede comprobar EL MÉTODO DE FORMACIÓN POR PROYECTOS a diferencia de los métodos de aprendizaje tradicional, como el método de los cuatro pasos, método expositivo, lección magistral, etc. Reúne todo los requisitos necesarios como instrumento didáctico para el desarrollo de competencias.
El método de proyectos permite desarrollar el ”modelo ideal” de una acción completa a través de las seis fases del proyecto.
-Informar
-Planificar
-Decidir
-Realizar
-Controlar
-Valorar
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